· 20 gramos de miel
· 1 pizca de sal
· Un chorrito de esencia de vainilla
· 50 gramos de harina de trigo
ELABORACIÓN
Precalentar el horno a 200 grados.
Forrar una placa para horno de 30 cm x 35 cm con papel sulfurizado enmantecado.Es muy importante enmantecar el papel sulfurizado para que el bizcocho se despegue con facilidad y no se quede adherido al papel.
Respetar las medidas de la placa para que salga con el grosor ideal.
Separar las claras de las yemas.
Incorporar el azúcar, un chorrito de esencia de vainilla y la miel.
Batir.
Batir.
Batir las claras con la pizca de sal a punto de nieve.
Reservar.
Reservar.
Cernir la harina e incorporarla a la mezcla de yemas.
Mezclar todo muy bien.
Mezclar todo muy bien.
Incorporar una cucharada de las claras batidas a la masa y mezclar con una espátula hasta integrarla bien.
Luego incorporar el resto de las claras batidas y con la espátula, muy suavemente, con movimientos envolventes, incorporarlas a la masa.
Verter la masa encina de la placa previamente empapelada y enmantecada y suavemente, repartir bien la masa por todos lados.
Cocinarlo en el horno precalentado durante unos 10 o 15 minutos aproximadamente hasta que tenga un bonito color dorado, evitar dejarlo muy blanco.
El tiempo de cocción puede variar dependiendo de la manera de cocinar de vuestro horno personal.
Retirarlo del horno y dejar que se enfríe sin retirar el papel, sobre un paño de cocina.
Una vez frío, despegarlo del papel y sin quitar el papel, enrollar.
NOTA: al contrario de otras masas para arrollado, ésta, se enrolla sin ninguna dificultad.
No necesita que se haga con un paño húmedo.
Solo con el mismo papel.
Solo con el mismo papel.
Se puede rellenar con dulce o salado.
Muchas gracias por tu visita.😍