INGREDIENTES
· 2 huevos
· 1 chorrito de esencia de vainilla
· 150 gramos de mantequilla a punto pomada
· 120 gramos de azúcar
· 200 gramos de harina de trigo
· 1 pizca de sal
· 10 gramos de levadura química (polvo de hornear)
· 100 gramos de pistachos pelados y sin sal
· Manga pastelera con boquilla lisa
ELABORACIÓN
Precalentar el horno a 220 grados.
Forrar una placa para horno con papel sulfurizado.
En un mortero triturar muy bien los pistachos, si no tienes mortero se pueden meter dentro de una bolsa, cubrir con un paño de cocina y pegarles con un martillo.
En una sartén sin ninguna materia grasa, tostar los pistachos.
Dejar enfriar.
Con la batidora eléctrica o a mano batir la mantequilla con el azúcar y la vainilla hasta que esté cremosa.
Incorporar los huevos de a uno y batir hasta que la preparación esté bien cremosa.
Tamizar la harina con la sal y la levadura química.
Incorporar la harina a la masa y con una cuchara mezclar todo muy bien.
Luego incorporar los pistachos.
Mezclar bien hasta que estén bien integrados.
NOTA: la masa queda cremosa, no dura.
Rellenar la manga pastelera e ir haciendo las galletas, dejar espacio suficiente entre una y otra.
Cocinarlas en el horno precalentado a 220 grados durante unos 10 min. aproximadamente.
Tienen que quedar doradas para que una vez frías queden crocantes, si quedan muy blancas no van a tener la textura correcta y quedarán blandas.
NOTA: recordar que las galletas, al llevar mantequilla, cuando salen del horno tienen una textura blanda.
Por ese motivo deben dejarse enfriar bien antes de comerlas.
Se pueden conservar unos días guardadas en un recipiente hermético o en una lata para galletas.